Escrito por Guille Peña:
EL Vélez C.F. dejó los primeros puntos de la temporada en condición de local. El empate a dos con la U.D. Melilla B resultó además de escaso, doloroso.
El equipo veleño fue mas en el partido que la visita, tuvo mas ocasiones y controló mejor el partido en la mayor parte del encuentro. Hasta en dos oportunidades supo estar por encima en el marcador y hasta jugó con un hombre de mas los últimos 12 minutos. Si analizamos y somos consientes que se jugaba en casa, no queda otro adjetivo que calificar la derrota como dolorosa.
Y dolorosa porque se escapa una posibilidad de colocarte entre los de arriba desde el inicio, si el Vélez ganaba tendría su sitio entre los privilegiados en la clasificación, ya se que me van a decir que recién es la cuarta jornada, lo se, pero siempre es bueno para el apartado anímico encontrarte rápidamente arriba.
Dolorosa porque en esta ocasión los que fallaron fueron los centrales, tanto Miguel Angel como Yuste no tuvieron su mejor día y los errores puntuales los materializó muy bien Melik pagando caro el Vélez C.F.
Dolorosa porque el empate llego con el Gol furioso del final, esos goles que se disfrutan tanto cuando son a favor, pero que cuando son en contra entran como una estaca en el pecho del jugador y aficionado.
Dolorosa porque el equipo de Carlos Tello tuvo el caramelo en la boca, a falta de 12 minutos en la misma acción de expulsión de Ibrahim (Lateral Izquierdo Melilla), Darío marcaba el 2-1 a favor y todos creímos en las posibilidades de victoria.
Dolorosa porque el rival apenas llegó a la portería de Imanol y se lleva un puntazo de oro para su feudo.
Sin embargo hay sensaciones positivas, accidentes como estos pasan en el fútbol y allí radica la labor del cuerpo técnico para trabajar e intentar que no vuelvan a repetirse. Este Vélez puede y debe ganar siempre en casa como norma fundamental para estar arriba.
Abrazo de gol.
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